VIVIR LEJOS DE CASA: BUSTELO EL EX ARBITRO SALTEÑO DESDE ESPAÑA
Javier Bustelo abandono su pasión, el arbitraje, dejo a su familia y a toda una vida atrás en busca de un futuro mejor en el extranjero. Desde el 2018 vive y trabaja en España y hoy con esta pandemia mundial nos cuenta como es su día a día, en uno de los países más afectados por el Covid-19.
Irse de casa sin dudas no es nada fácil, más aun cuando significa cruzar el charco solo y sabiendo que dejas atrás a tus hijas. Javier Bustelo fue arbitro desde sus 29 años en nuestro fútbol salteño, arrancando en las divisiones inferiores y hasta llegar a dirigir a una final del Federal B. En el 2018 tomo la decisión de irse a España a trabajar, país que ya conocía porque con 25 años tuvo la oportunidad de ir a jugar al rugby en el Albacete, club en donde jugó antes de su regreso a la Argentina. «A finales de ese año, el 19 de noviembre salí de Salta, había contactado a unos amigos con los que había trabajado. Yo vive en España durante 10 años y mis amigos tienen una empresa de áreas de servicios que están en las rutas, como comedores, estaciones de servicios, hoteles,etc. Les pregunte si tenían posibilidades laborales y me dijeron que si y que cuando iba. Me agarraron de sorpresa, tenían un puesto. De un día para el otro empece a preparar la mudanza y no hablo de lo material sino que uno tiene una vida y hay que dejar todo ordenado, lo familiar, lo sentimental, los tramites bancarios; después despedirme del arbitraje que para mi fue el mas del 50% de mi vida porque le dedicaba mucho tiempo, una pasión hermosa. Que hoy por hoy, después de mis hijas(Camila y Agustina), es lo que más extraño igual que el Dique Cabra Corral».
Muchos argentinos han tomado el camino de irse al continente viejo en los últimos 30 años por la situación económica de nuestro país. Y Javier empujado por lo mismo, esa sensación que acompaña a mucha gente de sentir que es muy difícil progresar en todo aspecto por estas tierras, con más de 40 años empezó prácticamente de nuevo una vida lejos de todo lo que ama. «Llegue a España y a los 4 días ya estaba trabajando de camarero en Fuente La Higuera y cuando paso un mes ya me mandaron en Valencia. Trabajo en el área de servicio, soy camarero y coordinador de la gente de seguridad porque es un predio muy grande. A veces colaboro con el jefe del mantenimiento, hay diferentes labores durante el día. Es un trabajo muy duro con muchas horas, pero son menos horas a las que estamos acostumbrados allá en Argentina.»
Con respecto a lo que significa vivir en otro país, con otras normas y reglas contó:»Vivo en el mismo hotel que trabajo,estoy a 10 minutos de la playa y a 10 minutos de Valencia capital. El cambio mas grande es no creer que uno viene a Disneylandia y creer que uno va ser rico de la noche a la mañana con el cambio de la moneda. Acá se viene a trabajar y todo el mundo gana lo mismo. Se vive de manera normal, que quiere decir que se respeta las instituciones, hay educación, respeto al otro, todos conducen de la misma manera, acá no te van asaltar,acá no se ve eso no se escucha, es raro. Es un orden que se necesita para vivir armonía. El año pasado recibe la visita de mis hijas que fue un empujón para seguir».
A Bustelo hoy le toca estar en unos de los lugares que mas afectados se vio por el Coronavirus. «En mi opinión, acá no se tomo las medidas a tiempo, se contagiaron muy rápido y mucha gente. Ahora estamos en confinamiento, llevamos 57 días y según los datos que dan parece que todo se va mejorando. Se extraña Salta, Argentina, sobre todo el aire de ahí, los afectos, convivir el día a día. Pero, bueno te topas con la realidad que la economía esta mal, el ambiente es toxico, la gente tiene menos paciencia cada vez y vivir así no es agradable. Te colma la paciencia y por esto tome la decisión de irme. Espero que pase pronto esto, todos los planes personales que tenia los deje de lado porque no sabemos que va pasar a futuro. Y que como humanidad seamos más humanos, que no seamos tan egoístas y que la vida no es andar de fiestas y bares, sino de hacer deportes de comer en familia y disfrutar de estos momentos.»
El ex arbitro, que también tuvo un paso por el Kick Boxing justo antes de partir a este desafío también tuvo que dejarlo de lado. «Me abandonó porque es una actividad a la que le tenes que dedicarle un entrenamiento profesional desde todo punto de vista. Físico. Técnicamente. De descanso. Alimentación. Y hoy mi trabajo no me permite tener esos tiempos que también extraño.»
Sigue manteniendo contactos con sus ex colegas del arbitraje y también con la gente de Sadra, manteniéndose siempre informado de todo lo que pasa en su amada provincia. Javier Bustelo hoy es una de las tantas historias de salteños que están desparramadas por el mundo.