DE EMBARCACIÓN A UN CLUB DE PRIMERA
Nicolas Gonzalez tiene 21 años y desde hace 4 años que salio de Salta rumbo a Buenos Aires por un regalo de cumpleaños de su papá y hoy viste la camiseta de Defensa y Justicia en reserva con el anhelo de llegar a primera.
Muchos son los chicos que dejan sus casas para ir en busca de cumplir su sueño de jugar al fútbol profesionalmente. Y no muchos de ellos resiste el desarraigo o no tienen la llamada «suerte» para dar el salto de categoría. Nico jugó a los 16 años en Mitre, equipo al cual llego de la mano de un amigo y jugador, Jose «Sopa» Quiroga. Y por un sorpresa de su familia, por su cumple, se fue de viaje a la capital de nuestro país a lo de una tía y se le dio la chance de jugar en uno de los equipos grandes de la Argentina. «Yo jugaba en Mitre de Salta y tuve en plantel del Federal B ya a ese fin de año y arranque la pretemporada con ellos en Metán. Y cuando volvimos me surgió la oportunidad de venirme para Buenos Aires, por un regalo de mi viejo por mi cumpleaños. Vine para acá, a pasar unos días con mi tía y ahí fue que conseguí una prueba en Racing». Desde ese regalo nació una gran oportunidad para el extremo salteño, quien desde ese momento paso a estar 2 años en la «Academia».
Después de quedar libre en la institución de Avellaneda no bajo los brazos y mediante un contacto consiguió una prueba en Defensa y Justicia, equipo en el cual juega actualmente. El volante hoy juega en la reserva de la institución, que dirige Pablo de Muner, con el sueño de poder firmar su primer contrato profesional y llegar a primera. «El club es muy lindo, hay muy buena gente la verdad acá. Todos trabajamos con la misma linea que se tiene desde el primer equipo para abajo.»
Nicolas había empezado esta temporada de la mejor manera con un gol y tras haber vuelto de una lesión. Pero, justo se dicto el aislamiento obligatorio y no se pudo volver a su pueblo natal. Hoy vive solo en un departamento que sus representantes le alquilan y entrena mediante la aplicación zoom junto todo el plantel. Es hincha de Mitre, club del cual guarda gratos recuerdos de sus inicios y en su puesto admira a Sebastian Villa y a Eduardo Salvio.
Nicolas Gonzalez tiene condiciones sin dudas pero entrena día a día para seguir progresando y mejorando como jugador. El sueño de convertirse en un profesional es el motor para que hoy este lejos de su casa, de su familia, de sus amigos y del lugar que lo vio nacer.
