EL TRABAJO INVISIBLE DE SALTA BASKET
Un equipo profesional que se mantiene durante tantos años en competencias argentinas de elite requiere además de grandes jugadores, un cuerpo técnico constituido de buenos profesionales y mejores personas. A lo largo de las temporadas, Salta Basket contó y cuenta con profesionales idóneos.
Rafael Padilla, Alejandro Rocha, Marcelo Ferreyra y Mario Flores son los salteños que a diario trabajan y son parte de la estructura infernal, algunos desde la primera hora. Se trata de una labor que no se ve, del trabajo intangible, de aquellos “invisibles” pero esenciales, quienes al igual que los protagonistas (jugadores) encararán una temporada cargada de emociones, altos y bajos, y sobre todo exigencias diarias.
“Lo más lindo es poder viajar con el equipo, jugadores y cuerpo técnico de quienes muchas veces uno termina siendo amigo. Conocer gente y lugares la verdad que es muy lindo, uno siempre intenta hacer lo mejor en el trabajo, en el día a día”, expresó Mario Flores, a quien los amigos llaman con afecto “Monito”, utilero del equipo.
Hace nueve años que Salta Basket compite en el plano nacional e internacional del básquet argentino, el Monito Flores estuvo ausente en dos temporadas, tiempo en que sus servicios fueron requeridos por conocidos clubes de fútbol de la provincia.
Marcelo Ferreyra es el jefe de Equipo de Los Infernales desde hace varias temporadas. Su función es la de un “todo terreno”, dejando de lado a los integrantes del CT, es quizás la persona que más está en contacto con los jugadores para suplir cualquier inquietud que éstos tienen. Además de encargarse de la logística a la hora de viajar y la estadía en otras provincias, siempre en el marco de la competencia.
Un contexto que requiere quizás un esfuerzo mayúsculo respecto a otros equipos. Para sostener una competencia como La Liga Argentina hay que hacer frente a costos de logística muy elevados, viajes, hoteles/alquileres y comidas, entre otros. Las distancias no son las mismas para equipos que se encuentran en el centro del país que para los que están en otros puntos cardinales como es el caso del único representante norteño en la segunda división, Salta Basket, el equipo que más kilómetros recorre en una temporada.
Otro de los que se sumó en los últimos años es el kinesiólogo Alejandro Rocha, el “doc”, tiene la responsabilidad de ayudar a los basquetbolistas en el proceso de recuperación a raíz de algún dolor físico o, en el peor de los casos, alguna lesión. También tiene la importante tarea de prevenir recaídas en los atletas a través de diferentes técnicas y/o ejercicios.
El encargado de la preparación física del plantel, Rafael Padilla, es el único que cuenta con asistencia perfecta desde hace nueve años. En la presente temporada trabajó en el arranque de la competencia junto a otro de sus buenos colegas, Javier Gómez. Rafa, viene trabajando con los distintos planteles de manera exitosa, a su conocimiento en la materia le agrega capacitaciones permanentes y el uso de la tecnología, lo cual lo constituyen como uno de los PF de referencia en Salta.
Estos son algunos de los nombres que componen la estructura de Los Infernales -otros son los asistentes técnicos de quienes ya hablaremos en otra nota, entre otros-, todos oriundos de Salta, profesionales y exdeportistas quienes además de conocer lo que hacen le imprimen pasión. Durante los diez meses que dura la temporada, el PF, el kinesiólogo, utilero y el jefe de Equipo van y vienen junto al plantel, son parte fundamental de un todo, de un equipo.