GUILLERMO CAZÓN, EL SALTEÑO DETRÁS DE PASAJE A TOKYO 2020 DE LOS GLADIADORES
Apenas pasaron minutos del podio y algunos jugadores de la Selección Argentina de handball están dispuestos a dejar de lucir la medalla de oro para prestarsela a Guillermo Cazón, el salteño detrás de la clasificación a los Juegos Olímpicos Tokyo 2020. “No siento nada, estoy todo amortiguado”, le dice con emoción en su tono de voz el preparador físico del plantel que vuelve a ser el mejor de los Panamericanos después de ocho años.
Gonzalo Carou se da cuenta que el ‘Negro’, como lo conocen todos en el deporte, devolvió la medalla que llevaba puesta y se saca la suya para prestársela en una clara muestra de afecto y atención hacia alguien que también es una suerte de motivador en el primer equipo nacional. Es que a diferencia de los atletas, los integrantes del cuerpo técnico no reciben preseas y eso es algo que los propios jugadores saben.
“Todo en la vida se puede, pero en base a mucho sacrificio. Es la clave del éxito, ese sacrificio que hay que hacer todos los días. Yo, por ejemplo a mis dos hijas, a Miranda y a María Paula casi no las vi crecer. Siempre dediqué la vida a desarrollarme de manera profesional y tuve la suerte de tener una esposa extraordinaria que me ayudó”, expresa Cazón, a quien el éxito lo impulsa inmediatamente a recordar a los que lo apoyaron desde el inicio.
Villa Primavera, es el barrio de Salta Capital en el que Guillermo se crió desde niño y fue el handball la disciplina en la que se formó como deportista. Dio sus primeros pasos con fuerza en la Escuela Técnica N°2 Alberto Einstein, aunque también jugó al rugby en Gimnasia y Tiro. “La Técnica me templó el alma y el espíritu, también mis amigos del Albo, donde jugué al rugby a partir de los siete años”, recuerda sobre sus pagos en momentos de emoción el PF.
En 1988 terminó el profesorado de educación física en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD), en Capital Federal, y desde entonces trabajó varios años con el rugby del Hindú Club, donde forjó una gran amistad con el ex Puma Nicolás Fernández Miranda. “Mi hija se llama Miranda por él”, detalla.
El éxito no lo confunde. Todo lo contrario, lo impulsa a agradecer constantemente e incluso antes de recordar a su propia familia, menciona un nombre puntual en zona mixta mientras se le quiebra la voz y llora. “Quiero agradecerle a Dady Gallardo”, señala en referencia a su amigo y exentrenador de la Albiceleste, con quien compartió equipo también en sus tiempos de jugador.
“Alguna vez imaginé que estaría en un Juego Olímpico, pero la verdad no tuve presente que pudiera estar en un tercero. Es que nunca lo pensé, porque trabajé con el cuerpo técnico anterior y al irse Dady pensé que mi trabajo se terminaba, pero me dieron la oportunidad de poder seguir y por eso le agradezco a él porque me dijo que continuara en este ciclo de Manolo Cadenas”, señala el salteño que ahora ganó su segundo oro panamericano con Argentino, tras el éxito en Guadalajara 2011. Es un título que, como si fuera poco, le asegura el acceso a los Juegos Olímpicos del año próximo.
Pero además de recordar a su esposa Alejandra y a sus hijas, el ‘Negro’ tiene presente a sus padres en momentos tan emotivos como estos. “Primero se me viene a la cabeza mi viejo, que fue un gran deportista en Salta. Le decían “Camioncito” y también me acuerdo de mi vieja, que siempre fue un ejemplo para mi”, expresa.
Guillermo Cazón es adorado por todo el plantel de los Gladiadores. Ninguno duda un segundo en compartir su medalla con él y eso quedó en evidencia durante los festejos tras el éxito sobre Chile en la final de Lima 2019. El oro en Perú también le asegura a la provincia un salteño en Tokyo. Serán los terceros Juegos Olímpicos para el ‘Negro’, después de Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.