
Se terminó la tensa espera. Llegó el punto final para las largas jornadas de amistosos y entrenamientos. Quedó en el olvido, definitivamente, aquella amargura de un Mundial suspendido por la pandemia cuando el equipo ya estaba en viaje a Potchefstroom y en plena escala se enteró que había que volver a casa sin competir. Y fue como si nada de eso hubiera pasado. Porque las Leoncitas mostraron que están afiladas para ir por un nuevo título en la categoría, el segundo después de las consagraciones de 1993 en Tarrasa y de 2016 en Santiago. Fue un debut a puro gol. Fue 8 a 0 frente a Austria, un equipo que llegó al Mundial para reemplazar a Rusia y que estuvo demasiado lejos del nivel ofrecido por el conjunto de Fernando Ferrara.